En España, el porcentaje de trabajadores autónomos se sitúa ligeramente por encima del 16% de la población activa. Lo que se traduce a más de 3.000.000 de personas que han decidido trabajar por cuenta propia. Poniendo todas estas cifras sobre la mesa, observamos que los datos de autónomos en España están por encima del promedio europeo (11,1%) y mundial (7,3%). Algo que está muy bien, ¿no?.
Vayamos a lo que ya no está tan bien. Según cifras de ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos), más de 2.000.000 de autónomos obtuvieron rendimientos por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
En concreto, el porcentaje de autónomos que declara ganar menos del SMI ascendió a un 63%.
Si desglosamos la cifra anterior la situación asusta aún más:
- Cerca de 1.500.000 de autónomos declara rendimientos inferiores a 700 euros mensuales.
- En torno a 340.000 autónomos informan de rendimientos en el umbral de 700 a 900 euros mensuales.
- Algo más de 200.000 autónomos tiene rendimientos entre 900 y 1.125 euros al mes.
Con todo esto, no queremos desanimar a nadie si está pensando en emprender. Nosotras tenemos 29 y 24 años, llevamos 2 años siendo autónomas y ninguna nos arrepentimos de la decisión que tomamos. Simplemente queremos poner en valor a todas esas personas que decidieron apostar por su proyecto y que hacen malabares todos los meses para tener una facturación en positivo y, sobre todo, a esas que no lo consiguen pero que le siguen echando ganas. Quedan aún muchos pasos que dar, y tristemente la mayoría no dependen de nosotros, pero conseguiremos darle la vuelta a las cifras y que decir “soy autónomo” no vaya seguido de “qué putada”.